martes, 19 de diciembre de 2017

CASI UN MES SIN TI

El día 28 hará un mes que no estás, Saphira. Nadie lo ve, pero te lloro todos los días. Un jinete sin dragón, no muere, pero jamás se recupera de la pérdida. Y va a ser verdad.

Soy una persona afortunada, mucho, diría yo. Tengo una vida plena, llena de amor: mi compañera infatigable, nuestras hijas, mis otros compañeros perrunos, un reducido y seguro grupo de amigos... Círculos de mi familia, todos ellos. Raíces profundas y poderosas que me ayudan a darle un sentido cada día, a mi vida.

Pero tu te has ido y yo, quizás por la edad, siento tu vacío, de una forma... total. No dejo de revisitar tu última mirada, en la que, por un momento, todo tu poderío se hizo visible de nuevo. Esa mirada transparente y poderosa, que me instó a sentarme a tu lado y no levantarme más. A abrazarte y concentrarme en sentir tu latido y tu calor y grabarlo a fuego en mi alma, hasta que se apagó para siempre.

Fui la más afortunada al tenerte. Siempre fuiste una dragona, espléndida, dentro de un dogo alemán. Congeniamos, como todo buen dragón con su jinete, en la primera mirada que cruzamos. Para siempre.

Saphira, hermosa Saphira, cuánto te llora mi alma.